Nació inocente
creció tímida
tomó coraje
y continuó con terquedad
proyectándose
cada vez más lejana
con paso firme
independiente
como si existiera por sí misma
ajena a mi
pero atravesándome en todo momento.
Cuando me dí cuenta
ya se encontraba en otro plano
camuflada con la realidad
engañándose...
engañándome...
Reconocerla es un ardid cotidiano
más no tanto como la angustia de querer
soltarla, redimirla
...o estrangularla
y sentirla aferrada cada vez con más ahínco.
Apagar para poder volver a encender
vaciar para poder volver a llenar
LIBERAR PARA PODER VOLVER A SER LIBRE.