Fluyen desgarbados hasta ser exterminados
y alados sólo flotan al ritmo del viento
permaneciendo escuálidos y penosos
Se desintegran al ser sujetados o soplados
como cenizas de aquella carta olvidada
Gozan de su rigidez al punto de resquebrajarse
pero desde su contracara emanan calidez
y esa es la más sincera y simple
dialéctica de un devenir atolondrado
Cobran impulso al ser expuestos
se comportan como fuerzas activas y reactivas
aunque su creatividad depende de su canalización
3 comentarios:
Cuantas cosas leo en este poema, tan significativo y veraz. "Lindo" lo que leí.
Me sentí plenamente identificado !!!
pero a veces"soy el súbdito de mis impulsos"
gracias Diego :).
Gustavo: ja, los subditos del yo son sus sentimientos aunque tenes razon, a veces somos subditos de ellos (lease impulso como una acción motivada por un sentimiento). de ahi el "esfuerzo cotidiano y voluntario" hacia el eterno retorno (categoria nietzchiana)
Publicar un comentario