Adios siempre hasta pronto


Un saludo más
pero un adiós que gritaba hasta pronto
tú quedabas allí con tu rutina
yo seguía viaje con mi osadía
aquella que ansiaba saber que había ocurrido en esa despedida
en ese abrazo estremecedor de un cuerpo ignorado por la mente

Ruleta rusa que me hacía girar en línea recta
pasadizo secreto que se tornaba público sólo en sueños

No esperé la luz verde
me aventuré a jugar mis fichas
al lanzamiento azaroso de los dados
después me percaté que no era un juego de suerte
que tú también habías predispuesto tus piezas sigilosamente
habrá sido el azar entonces el que condujo la partida a nuestras manos

El recuerdo me sofoca al galope de un palpitar atolondrado
réplica de aquel flash que se expandió a nuestro infinito
cantar melódico de las caricias perfumadas
mixtura arraigada en el contenido de nuestra carne en llamas

Zigzag, vaivén, saltos y retrocesos
almas desgastadas por los obstáculos superados
revividas por los momentos resguardados
detenidos en el tiempo
por aquella mirada
por aquellas palabras
por nuestras pieles fusionadas sudando amor

1 comentarios:

-Deshueso la dureza del adios
y una simbra construyo con sus huesos
ya sólo en tu aroma floto (fregmento de algo que te pertenece...)-

Amor, quedaremos aquí y allá con nuestras rutinas y osadías, viviendo la suerte de una ruleta de arena. María Inés, estás y estoy, estamos y estaremos...
Te amo.