"Y la banda siguió tocando"


Inaudible ración de un grito estridente
sinfonía acongojada de la eterna función
anuncio libertad para oprimirme en esclavitud
es que nadie me enseñó la música
la teoría no alcanza a la práctica
sólo es la Enciclopedia neurótica del sinfín indignado.
Las palabras fluyen acopladas a la historia popular
esa que todos cuentan por al mitad
el resto es hermético a la superficialidad material.
No creo lo que veo para mucho menos creer en lo que siento
como el engaño de ese amanecer espolvoreado
rayo de sol que me atraviesa
me ilusiona para dejarme en la penumbra absoluta
velo de la ignorancia o la arrogancia
indistinto
al final la naturaleza triunfa
y nos reducimos a lo mismo
polvo

Elevo anclas...sigo viaje



Altitud monocorde de un infinito resguardado
parcela atraída al rincón del coliseo
para inaugurarse una vez más
dejarse caer como ancla de aquel barco pesquero
en el mar
caótico, azul, armonioso,
pero desfondado.
Me desplomo, sí
los músculos no me responden
el pecho se me cierra.
Se ahoga el lazo que no se deja romper
se debilita sólo para renacer más fuerte
el haz de luz todo se encuentra en la cúpula
y en tiempo inconcebible
envía una bola de fuego directo al centro vital.
Complicados avatares
inusitados pergaminos
giros abastecidos por la vida misma.
Las diversensaciones se esfuman
cuerpo exhausto
mente dispersa
esbozo una mueca sin sentido
elevo anclas
sigo viaje