ODA A LA CUARENTENA


La gran máquina se detiene
convulsionan los engranajes
el automático se desactiva.
Aparecemos en escena...
...sin libreto...
...sin público...
Trabajo artesanal impredecible
ora versátil ora rebelde.

Mirar con otros ojos.
Enfrentar demonios.
Pasar la noche en vela buscando sentidos
cambiando sentidos.
Encontrar y reencontrar.

Invitar a jugar al niño olvidado
despreocuparse de las “cosas importantes”
atender caprichos y berrinches...
...escuchar con atención.

Convertirse en explorador de aquel paisaje
pantanoso, oscuro, sinuoso,
enigmático...vedado.

Abrazar la lágrima, la risa
la emoción, la pasión...
dejarla ser y dejarla ir.

Limpiar y hacer lugar
reubicar
reclasificar
evaluar prioridades.

La vida no nos toca
nosotros tocamos a la vida,
depende de nuestra mano artista
la melodía que logremos componer con ella.